lunes, 25 de enero de 2016

EL COCINERO CARLOS (adaptación del cuento de Decamerón del Cocinero Chichibio)

EL COCINERO CARLOS

Carlos, ayudante de cocina de Sergio Roca, con unas rápidas palabras cambió a su favor en risa la ira de Sergio y se salvó de la desgracia con que Sergio le amenazaba. 

Sergio Roca, como todos vosotros habéis oído y podido ver, siempre ha sido en nuestro país, ha sido siempre un cocinero de primeras, magnifico, deleitoso y creativo. El cuál habiendo comprado un día un pato muerto, le encargó a su ayudante de cocina Carlos que lo preparase para un evento muy importante. 

Carlos, que era muy buen ayudante de cocina, ya preparado el pato para asar, la puso en el horno y con precisión comenzó a asarlo. Cuando este ya estaba preparado, de repente pasó por la cocina Laura, ayudante de cocina también de Sergio, la cual le gustaba desde hace mucho tiempo. Esta que estaba pasando por la cocina se quedó asombrada al ver aquel magnifico pato asado, le pidió que le diese un trozo de tripa para que la pudiera deleitar.

Carlos le contestó educadamente y le dijo: 

-No te puedo dar un trozo de tripa, Sergio me mandó asar este pato para un evento muy importante.

Con lo que enfádandose Laura, le dijo:

-Por favor te lo pido Carlos, si tu me das un trozo de la tripa de pato yo quedaré contigo esta noche para cenar.

Estuvieron todo el tiempo discutiendo la misma historia, al final, Carlos le dio un trozo de tripa de pato, para poder conseguir esa cita con Laura. Cuando Carlos puso el pato encima de la mesa, estaban presentes Sergio y varios comensales que venían a calificar la comida preparada en el restaurante, cuando de repente Sergio se da cuenta de que el pato está muy bien sostenido y es gracias a la parte de tripa que le falta, a lo que Sergio hace llamar a Carlos y le preguntó que había sucedido con ese trozo de tripa que faltaba.

Este mentiroso le respondió:

-Chef, los patos no tienen ese trozo de tripa que le falta a su comida.

Sergio, enfadado, le dijo:

-¿Cómo narices no van a tener media tripa los patos? ¿Estás escuchando lo que estás diciendo? ¿No has visto nunca un pato en los parques?

Carlos siguió:

-Es verdad Chef, y cuando tu quieras te lo puedo demostrar.

Sergio, que no quería que su restaurante quedase como el más nefasto y para que no le retirasen una Estrella Michelín, no dijo más palabras y se retiró. 
Una vez estando los dos solos, Sergio le dijo a Carlos:

-Si tu dices que los patos no tiene media parte de la tripa, vamos a comprobarlo, y si no es como tu dices yo te retiraré el cargo de ayudante de cocina.

Terminado ese día, todos se fueron a descansar a sus casas, a la mañana siguiente, estaba Sergio como siempre en el restaurante desayunando su café, como suele hacer de costumbre, vio a Carlos entrar y rápidamente se levantó y sin más se llevó a Carlos al parque a ver si los patos tenían media tripa o no.

Una vez en el parque, estaban cerca del río y vieron a miles de patos pasar por el río, puesto que pasan por el río a los patos no se les ve media tripa. Por lo que Carlos señalando rápidamente le dijo a Sergio:

-Mira Chef, los patos no tienen media tripa, usted mismo lo puede comprobar.

Sergio, viéndolos dijo:

-No te das cuenta que están nadando sobre el río. Si los patos se ponen de pie para andar tiene la tripa entera, como nosotros.

De repente, Sergio sacó de su abrigo una bolsa que contenía pan duro y empezó a hacer migas y a esparcirlas por todo el suelo, fuera del río. Cuando estos vieron todo aquel pan tirado en el suelo comenzaron a salir del río y empezaron a correr hacia donde estaba el pan.

Cuando Sergio vio esto le dijo a Carlos:

-Que te dije, tiene la tripa entera, como nosotros. ¿Cómo se te ha podido ocurrir hacer semejante locura delante de jueces de la gastronomía?

Carlos, avergonzado al escuchar las palabras de su Chef, le dijo:

-Chef, yo pensé que si le quitaba media tripa al pato iba a quedar más moderno y se podía contemplar un plato diferente al que todo el mundo estaba acostumbrado a ver.

Sergio quedó tan impactado por esta respuesta, que toda su irá se fue de inmediato y perdonó a Carlos.

A la semana siguiente, llegó al restaurante una carta de los jueces que la semana pasada habían estado probando el pato que Carlos había asado para ellos. Esta carta les comunicaba que estaban nominados a la Estrella Michelín de este mismo año. 

Esta noticia alegró a todos y Carlos se volvió la mano derecha de Sergio Roca.

1 comentario: